Estamos
en la semana 4ª de Cuaresma, cerca de la Semana Santa. La iglesia desde el
miércoles de ceniza nos ha animado a una nueva conversión, a un cambio en
nuestra vida. Estoy seguro que este tiempo que ha transcurrido desde el
comienzo de la cuaresma, ha sido un tiempo de mayor exigencia, de una lucha más
decidida contra los enemigos de nuestra alma, el mundo, el demonio y la carne.
El
evangelio de este viernes es un fragmento del cap. 7 de S. Juan, donde se nos
vuelve a narrar el enfrentamiento duro y despiadado de las autoridades de
Israel contra Jesús, a quien no quieren reconocer como Mesías. Es un combate
entre la luz y las tinieblas, entre el bien y el mal. En este conflicto, Jesús
se revela a sí mismo como la luz del mundo, como el Hijo de Dios que viene a
transmitirnos una revelación, una sabiduría que no puede alcanzarse con las
fuerzas humanas, con nuestra inteligencia.
El
señor nos dice que ha sido enviado por el que es veraz, por el que no engaña,
el que no defrauda. Ese Dios verdadero que envía a su Hijo para darse a
conocer, es rechazado por aquella clase dominante de Israel. No están
dispuestos a perder sus prerrogativas, su cota de poder en la sociedad, y
condenan a muerte al Mesías. Esta misma escena se repite en nuestros días, y
nos encontramos con mentiras difundidas desde las clases dominantes,
oponiéndose a la ley de Dios, a un planteamiento cristiano de la vida.
Hoy
celebramos la graduación de la segunda promoción de este colegio y es bueno que
pensemos en los motivos que llevaron a la creación del colegio. Era y es un
proyecto educativo que trataba y trata de formar personas que tuvieran ese amor
a la verdad, ese respeto a las distintas opiniones legítimas que se pueden dar
en la sociedad. Era y es algo muy sencillo, pero que ha demostrado tener una
importancia grandísima en la educación, y que desde el primer momento se ha
encontrado con dificultades de distinto tipo, muchas veces causadas por
personas que no creen en la libertad, en el legítimo pluralismo.
Gracias
a Dios el colegio se ha abierto paso, ha ido creciendo, y hoy es un día de
fiesta porque aquellas niñas que comenzaron sus clases hace más de 7 años, hoy
se preparan para una nueva etapa de su vida, con un bagaje de formación que les
hará enfocar las distintas situaciones con un peso, una gravedad, un modo de
ver la vida, que tiene mucho que ver con la verdad, con la apertura a todo lo
que Dios ha querido para cada uno de nosotros.
Os
digo que en el colegio siempre encontrareis a personas que os quieren, que se
han sacrificado por vosotras, y que no dejaran de estar a vuestro lado siempre
que lo necesitéis. Durante años habéis venido a rezar a este oratorio, y el
Señor ha escuchado vuestras confidencias. No dejéis de acudir al Sagrario para
encontrar al verdadero amigo, y muy cerca de El, hallareis siempre a la
Santísima Virgen.
Don Fernando, siento decírselo pero la foto publicada no corresponde con el evento
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