domingo, 14 de diciembre de 2014

La Novena de la Inmaculada

DIA PRIMERO: la anunciación Lc 1, 26-38
Comenzamos hoy la novena de la inmaculada que nos ayuda a prepararnos para la fiesta del 8 de diciembre, la conmemoración del dogma de la inmaculada concepción, proclamado solemnemente por el Papa Pío IX en el año 1854. La fe de la iglesia siempre había creído en la pureza inmaculada de nuestra Madre, concebida sin pecado, y la historia muestra como en la literatura de los padres de la iglesia, en los templos dedicadas a la Virgen, etc. Siempre se había afirmado la fe en este privilegio de la Santísima Virgen. La declaración del dogma no fue más que un remarcar algo que ya estaba entre las creencias del pueblo de Dios.
El primer relato que tenemos de nuestra Madre en el evangelio nos lo da S. Lucas en el cap. 1 de su evangelio. Se trata de la escena de la Anunciación y Encarnación del Hijo de Dios. Nos dice el evangelista que “el ángel Gabriel fue enviado de parte de Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón llamado José, de la casa de David, y el nombre de la Virgen era María”. Fijémonos en estas pocas palabras: Dios envía a un ángel a una virgen, que está prometida con un varón llamado José. El nombre de la virgen era María
Un padre de la iglesia nos dice que la palabra María en hebreo quiere decir estrella del mar, y en siríaco Señora. Y con razón, porque mereció llevar en sus entrañas al Señor del mundo y a la luz constante de los siglos. Ella será la estrella que orientaría a tantas generaciones de cristianos a través de los mares de este mundo, la Señora que cuida de la casa para que todos tengan ese hogar donde puedan reponer las fuerzas para el trabajo, para las peleas de la vida.
También a nosotros Dios nos va a visitar durante estos días de la Novena, y nos transmitirá un mensaje personal, adecuado a nuestras circunstancias. Dios tiene unos planes concretos para cada uno de nosotros, una misión determinada en este mundo nuestro. Debemos estar atentos, con los oídos bien abiertos, con el corazón preparado, para escuchar esas insinuaciones divinas que vamos a recibir. La novena no es un conjunto de misas, es algo más. Es disponernos con la Virgen a que Dios nos cambie la vida, nos pida algo que nosotros todavía no conocemos. Digamos al Señor aquí estoy para hacer tu voluntad.
San Gregorio Magno dice que a María Virgen no se envía un ángel cualquiera, sino el arcángel San Gabriel.  Procedía que viniese un ángel de los primeros a anunciar los misterios. Se le designa por su propio nombre, el cual muestra lo que vale en sus obras, pues el nombre de Gabriel significa fortaleza de Dios Por la fortaleza de Dios había de ser anunciado el que, siendo Dios de las virtudes y poderoso en la guerra para vencer en todas las batallas, venía a destruir las potestades del infierno.
El relato continúa con estas palabras del Ángel: “Salve, llena de gracia, el Señor es contigo. Ella se turbó al oír estas palabras, y se preguntaba que significaría tal salutación”.  María estaba llena de gracia, y el Señor estaba con ella. Nos podemos preguntar cada uno: ¿yo estoy en gracia?, ¿he combatido contra el pecado para no perder mi amistad con Dios?, ¿necesito una buena confesión que limpie mi alma, y así podré oír la voz de Dios? Estos días son una buena ocasión para examinarnos a fondo, y descubrir todo aquello que me impide seguir al Señor. Especialmente debemos preguntarnos si estamos luchando por ser humildes, mirando siempre a los demás con una gran admiración, comprendiendo que son mucho mejor que nosotros. Dios no puede estar con nosotros si estamos llenos de nosotros mismos, de amor propio, de ansias de llamar la atención.
María se turba ante las palabras del ángel, y no entiende el significado de aquel mensaje. La delicadeza de conciencia de la Virgen hace que se sienta inquieta ante algo que le excede, que le sobrepasa. Todo lo contrario de lo que nos ocurre a nosotros, que nos consideramos siempre los mejores, dignos de toda admiración. En lugar de pedir consejo a personas que nos puedan orientar, queremos ser autosuficientes, sabedores de casi todo. Mal planteamiento para la vida cristiana es la actitud autosuficiente, pagada de uno mismo. María se llena de estupor ante algo que no entiende, pero intuye que es algo muy grande. No se queda encerrada en sí misma, y espera que el mensajero de Dios le aclare su inquietud.
El ángel le dice: “No temas María porque has hallado gracia ante Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz a un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Este será grande: se llamará Hijo del Altísimo”. Las palabras de Gabriel son invitación a perder el miedo, no temas. También nosotros ante los planes de Dios podemos sentir miedo, nos podemos quedar paralizados. Lo sobrenatural siempre nos excede, nos sobrepasa, es una invitación a fiarnos de Dios. Mará ha hallado gracia delante de Dios, ha sido escogida por la trinidad beatísima.
Nosotros hemos sido elegidos por Dios para cumplir una misión en la tierra, una misión que nos sobrepasa. El cristiano no es una persona que se dedica a cumplir una serie de obligaciones, que tiene un código de conducta, es un seguidor de Jesucristo, que le ha escogido para ir por todo el mundo y predicar el evangelio. La Virgen va a concebir a Jesús en su vientre, y nosotros tenemos que concebir al Señor en nuestro corazón. Tenemos que enamorarnos de Jesús, el Hijo de Dios Padre, que ha venido al mundo para salvarnos, para hacernos felices. Solamente con este amor al Señor seremos felices, y superaremos todas las dificultades de la vida.
La Virgen pregunta al Ángel: “De qué modo se hará, pues no conozco varón?El ángel le respondió: el Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra”. La Virgen ha hecho un voto de virginidad, y ve que esto es incompatible con ser madre de un niño. Pero los planes de Dios son extraordinarios: será madre y virgen al mismo tiempo. Su hijo será hijo suyo e hijo de Dios. El Señor nacerá de un modo milagroso, con la colaboración de una mujer llamada María.
Pensar en esta escena del evangelio es encontrarnos con una mujer adolescente, llena de delicadeza, de candor, de pureza. Frente a la Virgen, estamos cada uno de nosotros, acostumbrado a vivir en un mundo que no sabe nada de pudor, de modestia, de delicadeza en el vestir. Nos cuesta mucho ir contra corriente, y defender algo tan santo como es la limpieza del alma y del cuerpo. Pidamos a María que nos contagie esa delicadeza de corazón, ese amor a la virtud de la castidad, ese no querer mancharnos con los pecados de la impureza.

La escena de la Anunciación termina con estas palabras de la Virgen: “he aquí la esclava del Señor hágase en mí según tu palabra”. Es la plena disponibilidad de María a los planes de Dios, su total identificación con el querer de Dios. Hagamos nosotros durante esta novena muchos actos de entrega, digamos con frecuencia esta jaculatoria: he aquí el esclavo del Señor”, el que quiere identificarse plenamente con tu voluntad.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Un poco de coherencia no va mal

Russel Crow


Los casos de corrupción se multiplican en el mundo  a una velocidad, que es difícil estar informado de tanta bajeza. En el mundo de la política, de la economía, de la enseñanza, etc., se descubren, cada poco tiempo,  personas que han llevado una doble vida, que han tenido una doble moral, y esto, no un poco de tiempo, sino durante muchos años. Pienso que todos debemos preguntarnos en que hemos fallado para que ocurran estas cosas. Probablemente no hemos caído en esta barbaridad, pero no podemos ver como personajes ajenos, una situación, un comportamiento, que, por desgracia, es muy general.
Recuerdo que hace años vi la película “una mente maravillosa” (A beautiful mind), protagonizada por el oscarizado Russel Crow. La película es un biopic, una biografía del Premio Nobel de Economía John Nash, que consiguió este galardón a los 70 años, por un descubrimiento que hizo a los 25, la teoría de Juegos, muy conocida por los matemáticos y economistas. La historia de Nash es sumamente interesante: un niño prodigio, con estudios brillantes de Matemáticas, que consigue una plaza de profesor en la prestigiosa universidad de  Princeton.
Casado con una física norteamericana, de origen hondureño, es un modelo dentro del mundo académico. Todo va bien hasta que un día aparece en la sala de profesores del Instituto de Matemáticas de esta universidad (uno de los más prestigiosos del mundo), diciendo que ha tenido información de seres extraterrestres a través de un anuncio en el Washington Post. Esto ocurre cuando Nash tiene 30 años y no es la única extravagancia: empieza a volverse un individuo peligroso para su familia. La mujer con la ayuda del Rector de la universidad, consigue internarlo en la planta de psiquiatría de la Clínica universitaria. El diagnóstico fue esquizofrenia. A partir de ese momento, la vida de Nash es un entrar y salir de distintas clínicas, hasta que a los 70 años vuelve a la vida normal, y recibe una llamada desde Oslo comunicándole que ha sido elegido como premio Nobel de ese año, por un descubrimiento hecho hace 40 años.
El caso de Nash es un caso de enfermo esquizofrénico, con necesidad de tratamiento médico. Pero, en la mayoría de los casos de falta de coherencia, no hace falta acudir a estos extremos para entender el problema. Basta con conocer algo de la doctrina sobre el pecado original. La doctrina sobre el pecado original - vinculada a la de la Redención de Cristo - proporciona una mirada de discernimiento lúcido sobre la situación del hombre y de su obrar en el mundo. Por el pecado de los primeros padres, el diablo adquirió un cierto dominio sobre el hombre, aunque éste permanezca libre. El pecado original entraña "la servidumbre bajo el poder del que poseía el imperio de la muerte, es decir, del diablo". Ignorar que el hombre posee una naturaleza herida, inclinada al mal, da lugar a graves errores en el dominio de la educación, de la política, de la acción social y de las costumbres.

Olvidarse de que tenemos una naturaleza débil, necesitada de continua rectificación, ha dado lugar, y seguirá dando lugar, a muchas conductas gravemente incoherentes.

Publicado como artículo en El Mundo-El Dia de Baleares el 22 de agosto de 2014

jueves, 7 de agosto de 2014

Bautizo de Lenny

Bautizo de Lenny, hijo de Yvonne Rathgeber  y de Juan Pablo Asensi. Yo he sido el sacerdote de la boda de los padres, y del bautizo de la madre, conversa que encontró la fe en Mallorca. Entre el bautizo Yvonne y de su hijo han pasado 11 meses. Me honro de ser amigo de esta familia y estoy orgulloso de haber prestado estos servicios.Con ellos el padrino Rainier, de Sudáfrica, y profesor de Llaut, también converso a la iglesia católica.

domingo, 22 de junio de 2014

Familia numerosa: paternidad y maternidad responsable



Hoy en día está mal visto tener una familia numerosa. Se apela a la superpoblación de la tierra, a la necesidad de educar adecuadamente a los hijos, etc. Todas estas son razones coyunturales, y no se quiere ir al núcleo del problema que es la visión que se tiene del hombre, pura materia, sin apertura a lo trascendente, a lo espiritual -al mundo invisible, que decía Newman-. Con estas bases la familia y los hijos pueden ser tratados con criterios utilitaristas, como los que se tienen en una granja de animales. La producción de hijos depende de las necesidades de los padres, de las modas, de la situación social, etc.
Pero hay otro modo de ver al hombre, criatura hecha a imagen y semejanza de Dios, abierto a los trascendente. El hombre no ha aparecido en este mundo por una casualidad, sino por un querer positivo de Dios, que le ha dado un alma inmortal, y está pendiente de todas sus necesidades. Sin esta apertura a lo sobrenatural, a la aceptación de que no somos autosuficentes, es difícil defender a la familia numerosa, y a la paternidad responsable. Dios es el que cuida de las familias, y de un modo especial de las familias numerosas.
Con una ligereza digna de mejor causa, se dice que la iglesia ha cambiado su criterio respecto a la paternidad y la maternidad. Desde el comienzo la iglesia no ha hecho otra cosa que cambiar, de reformarse en muchos aspectos, pero nunca en su moral. Decir que la iglesia cambia en su doctrina, es tan absurdo como admitir un circulo cuadrado. La moral de la iglesia no es una construcción humana, fruto de un trabajo intelectual, sino doctrina recibida de Dios a través de la revelación. La iglesia debe transmitir estas verdades a cada generación, y esta labor pedagógica si que es una obra humana.
El último gran acontecimiento de la vida de la iglesia fue el concilio vaticano II, convocado por el querido Papa Juan XXIII. En uno de los documentos de esta asamblea, concretamente en la constitución Gaudium et Spes se dice: "...son dignos de mención muy especial los esposos que de común acuerdo, bien ponderado, aceptan con magnanimidad una prole más numerosa para educarla dignamente...". Es decir, la Iglesia como siempre elogia la familia numerosa, como una prueba de la generosidad de los padres.




Por otra parte,  la Sagrada Escritura y la práctica tradicional de la Iglesia ven en las familias numerosas un signo de la bendición divina, de una especial predilección de Dios. En el lenguaje popular se suele decir que cada hijo viene al mundo con un pan debajo del brazo, es decir, que Dios no abandona a su suerte a los padres que viven su matrimonio con fe en la providencia divina.
Publicado en El Mundo-El Día de Baleares el 18 de julio de 2014

sábado, 7 de junio de 2014

Bautizo, confirmación y primera comunión de Catlin Goldman





El sábado, 14 de mayo de 2014, bauticé a Catlin Goldman, una chica inglesa de 14 años. Asistieron sus padres Alan y Zara, su abuelo paterno, su abuela materna Olivia, sus padrinos, y todas las de su curso de 2º de la ESO, del colegio Aixa.
Catlin llegó al colegio hace dos años, y desde el primer momento me llamó la atención su inquietud religiosa. Venía al oratorio, asistía a Misa, y manifestó su deseo de recibir el bautismo. Comenzamos la catequesis, y habló con sus padres de sus deseos. Los padres tenían sus prevenciones -ninguno de los dos es católico-, y querían que la decisión de su hija fuese bien fundamentada. Su padre es ingeniero naval, y trabaja en un yate de 90 m. de eslora, con una tripulación de 20 personas. Con frecuencia está fuera de Mallorca, viajando por todo el mundo.
Después de varias conversaciones con sus padres, dieron su aprobación, y fijamos la ceremonia para el 14 de mayo La ceremonia fue en el oratorio del colegio Aixa, con permiso de la diócesis, y quedando registrada en los libros de la parroquia vecina. Los padrinos fueron un matrimonio amigo de la familia: Rodrigo y Carmen.
La familia nos invitó a tomar el lunch en su casa del Toro, que habían preparado su madre, su abuela y su tia. Al acabar la comida su abuelo, que había venido de Inglaterra, le regaló una biblia que su mujer había conservado toda su vida. Leyó una carta que le había escrito a su mujer el vicario anglicano de su parroquia, el día de su confirmación. Fue muy emocionante.

sábado, 3 de mayo de 2014

Primeras comuniones Aixa




Queridos hermanos:
El evangelio que acabamos de escuchar es un pasaje del discurso sobre el Pan de Vida que el Señor pronunció en Cafarnaúm. En este lugar Jesús habló con toda claridad del sacramento de la Eucaristía, que instituyó en la Ultima Cena. El Señor nos dice que es el pan vivo que ha bajado del cielo, el que coma de este pan vivirá eternamente. No hay opción a falsas interpretaciones: cuando comulgamos, recibimos el cuerpo de Cristo que se entrega por nosotros.
Dios había preparado al pueblo judío con el maná que les alimentó durante los cuarenta años que peregrinaron por el desierto. Fue un milagro extraordinario que Dios padre tuvo con su pueblo, para que no murieran de hambre en aquellas circunstancias tan adversas, antes de llegar a la tierra prometida. Pero el maná, siendo un alimento milagroso, solamente servía para recuperar las fuerzas, no daba la inmortalidad. Como explica el Señor, los israelitas comieron y murieron.
Pero al llegar la plenitud de los tiempos, El Hijo de Dios se hizo hombre, vino para dar cumplimiento a todas las promesas que habían recibido los judíos. Nos dio un alimento que no tiene parangón con ningún alimento humano, es un alimento que da la inmortalidad. Al recibir la santa comunión, no es Cristo el que se convierte en nosotros, como ocurre con cualquier comida. Somos nosotros los que nos transformamos, nos divinizamos, nos hacemos consortes de la naturaleza divina.
Nunca daremos suficientes gracias a Dios por el sacramento de la Eucaristía. Desde la Ultima Cena, la Iglesia no ha cesado de dar gracias a Dios, y ha convertido la Eucaristía en el centro de la vida cristiana. Los cristianos nos reunimos para celebrar la Eucaristía, dando gracias a Dios por este don inefable. Bastaría una única comunión en nuestra vida para conseguir unos efectos extraordinarios, increíbles.
El catecismo de la Iglesia dice que la Eucaristía culmina el proceso de la iniciación cristiana. Los que han sido elevados a la dignidad del sacerdocio real por el bautismo, participan por la eucaristía con toda la comunidad en el sacrificio mismo del Señor. Estas niñas recibieron en su día el sacramento del bautismo que les confirió el sacerdocio común de los fieles, participando de la comunión de los santos que existe entre todos los bautizados.
A lo largo de estos años han recibido una catequesis en su casa primero, y después en el colegio. Han aprendido a amar a Jesucristo, a contar con la gracia de Dios para mantener esa lucha propia de los cristianos. Dios mismo, por medio del Espíritu Santo, ha ido moldeando sus almas, para que pudiesen recibir la sagrada eucaristía. Además, sabemos que son las predilectas del Señor, Jesús se encuentra muy a gusto en medio de los niños.
Hace unos meses hicieron su primera confesión, recibieron el sacramento de la penitencia, y aprendieron a pedir perdón a Dios por sus errores, equivocaciones, por sus pequeñas faltas de amor. Desde entonces, se ha confesado en varias ocasiones, y el Espíritu Santo se ha ido metiendo en su alma, transformándolas para que su alma estuviera totalmente limpia. Hoy este camino llega a su fin: el Señor viene al alma de cada una, para quedarse, para compartir con ellas su vida.

lunes, 21 de abril de 2014

Graduación de segunda promoción de Aixa



Estamos en la semana 4ª de Cuaresma, cerca de la Semana Santa. La iglesia desde el miércoles de ceniza nos ha animado a una nueva conversión, a un cambio en nuestra vida. Estoy seguro que este tiempo que ha transcurrido desde el comienzo de la cuaresma, ha sido un tiempo de mayor exigencia, de una lucha más decidida contra los enemigos de nuestra alma, el mundo, el demonio y la carne.
El evangelio de este viernes es un fragmento del cap. 7 de S. Juan, donde se nos vuelve a narrar el enfrentamiento duro y despiadado de las autoridades de Israel contra Jesús, a quien no quieren reconocer como Mesías. Es un combate entre la luz y las tinieblas, entre el bien y el mal. En este conflicto, Jesús se revela a sí mismo como la luz del mundo, como el Hijo de Dios que viene a transmitirnos una revelación, una sabiduría que no puede alcanzarse con las fuerzas humanas, con nuestra inteligencia.
El señor nos dice que ha sido enviado por el que es veraz, por el que no engaña, el que no defrauda. Ese Dios verdadero que envía a su Hijo para darse a conocer, es rechazado por aquella clase dominante de Israel. No están dispuestos a perder sus prerrogativas, su cota de poder en la sociedad, y condenan a muerte al Mesías. Esta misma escena se repite en nuestros días, y nos encontramos con mentiras difundidas desde las clases dominantes, oponiéndose a la ley de Dios, a un planteamiento cristiano de la vida.
Hoy celebramos la graduación de la segunda promoción de este colegio y es bueno que pensemos en los motivos que llevaron a la creación del colegio. Era y es un proyecto educativo que trataba y trata de formar personas que tuvieran ese amor a la verdad, ese respeto a las distintas opiniones legítimas que se pueden dar en la sociedad. Era y es algo muy sencillo, pero que ha demostrado tener una importancia grandísima en la educación, y que desde el primer momento se ha encontrado con dificultades de distinto tipo, muchas veces causadas por personas que no creen en la libertad, en el legítimo pluralismo.
Gracias a Dios el colegio se ha abierto paso, ha ido creciendo, y hoy es un día de fiesta porque aquellas niñas que comenzaron sus clases hace más de 7 años, hoy se preparan para una nueva etapa de su vida, con un bagaje de formación que les hará enfocar las distintas situaciones con un peso, una gravedad, un modo de ver la vida, que tiene mucho que ver con la verdad, con la apertura a todo lo que Dios ha querido para cada uno de nosotros.

Os digo que en el colegio siempre encontrareis a personas que os quieren, que se han sacrificado por vosotras, y que no dejaran de estar a vuestro lado siempre que lo necesitéis. Durante años habéis venido a rezar a este oratorio, y el Señor ha escuchado vuestras confidencias. No dejéis de acudir al Sagrario para encontrar al verdadero amigo, y muy cerca de El, hallareis siempre a la Santísima Virgen.

Viernes Santo





Queridos hermanos: nos encontramos en el centro de la Semana Santa, en el día en que nuestro Señor murió en la cruz por nuestros pecados, para abrirnos las puertas del Cielo que estaban cerradas desde el pecado de nuestros primeros padres. Pasaron muchos siglos desde aquella desobediencia de Adán y Eva, que causó la expulsión del Paraíso, la pérdida del estado de gracia, y el triunfo de la muerte sobre la vida. Desde el primer momento Dios se apiadó del hombre, y prometió un mesías que vendría a redimirnos, a darnos todo lo que habíamos perdido, y mucho más. . Hoy contemplamos la cruz de Cristo, y tratamos de descifrar el profundo significado de esta muerte, de esta ejecución del hijo de Dios.
     En el Calvario el Señor nos da ejemplo de obediencia, se hace obediente, obediente hasta la muerte y muerte de Cruz, nos dice S. Pablo. Nuestro Señor sabe que va a morir, pero tiene un rechazo, como todo hombre, al sufrimiento al dolor. En Getsemaní pide a su padre que le libre de la pasión y la muerte, pero acaba diciendo no se haga mi voluntad, sino la tuya. Cristo obedece, y nosotros, hijos de Dios, debemos obedecer. En este mundo no está de moda la virtud de la obediencia, solo se alcanza una especie de sometimiento a las autoridades, cuando ya no hay más remedio. Hoy nos debemos recordar que no hay cristianismo sin obediencia, sin amor e identificación con la voluntad de Dios. Se habla mucho de libertad, de derechos humanos, pero se olvida que somos criaturas hechas por Dios, con un mundo que se nos ha dado, que no hemos construido nosotros. Se habla mucho de personalidad, y se olvida que venimos al mundo cuando Dios quiere, y nos iremos de este mundo cuando Dios disponga.
Obedecer es una palabra que no está de moda, que choca frontalmente con esos deseos de autosuficiencia, de independencia, de estar por encima de toda norma y regla. El cristiano sabe que para seguir al Maestro, tiene que estar unido a los legítimos pastores, al Papa y a los obispos. Hoy se habla mucho de una nueva iglesia, como si la doctrina de Cristo, y su ejemplo, hubiesen caducado. No es la doctrina la que tiene que adaptarse a los nuevos tiempos, sino los hombres los que tenemos que adaptarnos, identificarnos con la doctrina de siempre. Obedecer es algo muy grande, es algo que nos acerca a Jesucristo, que nos libera de esas esclavitudes que quieren dominarnos. Miremos al Papa que tenemos ahora, y escuchemos su palabra. Amemos al Papa actual, y sintamos el orgullo de tener al frente de la iglesia a un Papa, que es fiel a Jesucristo, y por lo tanto, perfectamente identificado con los papas anteriores.
     En el calvario el Señor nos da ejemplo de humildad, de anonadamiento, de renuncia. La sagrada escritura nos dice que no había en El parecer, ni hermosura. Aceptó todo aquel conjunto de humillaciones: la traición de Judas, los insultos de la muchedumbre, las burlas de los soldados. Incluso en la Cruz, uno de los dos condenados con él, se burlaba, le ofendía. Y todo esto sin rechistar, aceptando ese suplicio, como venido de las manos de Dios.
Pensemos nosotros como nos comportamos en la vida ordinaria, como sabemos llevar las humillaciones que provienen de la vida en familia, del trabajo, de la relación con los demás. Cada uno de los hachazos que nos da la vida, debería ser una ocasión para pulir nuestro amor propio, para parecernos a Cristo.

Homilía predicada en la iglesia del Corpus Christi de Palma, el viernes santo de 2014

Jueves Santo

Jueves Santo
Nos encontramos celebrando la misa en recuerdo de la última cena, hoy jueves santo del año 2014. Desde el domingo pasado nos estamos preparando para estos tres días que comienzan hoy, en los que vamos a celebrar los misterios centrales de la Pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor. Hoy la Iglesia nuestra Madre conmemora la institución de dos sacramentos: el sacramento del Orden y el sacramento de la Eucaristía. El Sacramento del Orden sacerdotal, del sacerdocio, y el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
En la segunda lectura de la misa de esta tarde, hemos leído un fragmento de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios, donde el Apóstol nos dice que él ha recibido una tradición que procede del Señor, es decir, de algo que no ha sido inventado por los hombres, sino por el mismo Dios. El Señor Jesús, en la noche en la que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía”.
Las palabras del Señor no tienen más que una interpretación: el pan que hay sobre la mesa se convierte milagrosamente en el cuerpo de Cristo, el vino en su sangre redentora. Una vez que Cristo ha pronunciado las palabras de la consagración se produce un milagro extraordinario: Dios que viene a la tierra, escondido bajo la apariencia de pan, bajo la apariencia de vino. Ya antes, en la sinagoga de Cafarnaún, Jesús había prometido la Eucaristía, y mucho se habían alejado de Él, porque les resultaba duro de creer. La carne de Cristo se hace alimento para nuestras almas, se nos da por completo.
Este milagro extraordinario se continúa en la Iglesia, gracias al sacramento del orden, al sacerdocio cristiano. Jesús les dice a los apóstoles: haced esto en conmemoración mía. A partir de la última cena, los apóstoles y sólo los apóstoles, comenzaron a celebrar la misa, y a dar a los hermanos en la fe el cuerpo de Cristo. Nos podemos imaginar cuales eran los sentimientos de los cristianos en aquellas primeras misas de la iglesia, en aquellas celebraciones en las casas particulares, cuando todavía no había iglesias, ni altares, ni ornamentos.
Tenemos relatos de sacerdotes que han celebrado en campos de concentración durante la segunda guerra mundial, relatos de sacerdotes encerrados en cárceles en países donde no se respeta la libertad. En esas celdas han conseguido introducir un poco de pan y un poco de vino, y cuando no son vistos por los guardianes, han consagrado las especies sacramentales, y han celebrado la misa con más solemnidad que en la más famosa catedral del mundo.

Hoy es un día para agradecer al Señor el don de la eucaristía, y para examinar nuestras comuniones. S. Pablo dice que quien se acerca a comulgar sin la debida preparación, está buscando su propia condenación. Que nunca nos acerquemos a comulgar si la conciencia nos acusa de un pecado mortal, que seamos humildes y acudamos a la confesión siempre que lo necesite nuestra alma. Y junto con la preparación espiritual, la preparación física, el ayuno eucarístico, para recibir al que es Rey de reyes, Señor de Señores. Acudir a la comunión con pureza, con humildad, con devoción, con el espíritu y fervor de los santos.

homilía predicada en la iglesia del Corpus Christi de Palma, el jueves santo de 2014